Cuando el sol hace su aparición por el horizonte, la luz nos descubre infinidad de barcos fondeados en es Viver, frente a la playa de Figueretes. Son como fantasmas que duermen sobre las tranquilas aguas de mar Mediterráneo, arropadas por una isla que empieza a despertarse.
Uno de esos barcos, es el Catriel, hermoso yate que nos recuerda a los barcos de antaño.
La proa del Catriel, bien podría ser la de un pesquero y no la de un yate.
En imagen lateral. Atrás ha empezado el trafico entre islas, y vemos al Posidonia de Balearia en uno de sus primeros viajes del día.
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